miércoles, 3 de julio de 2013

En ruinas como Roma

Y el corazón al oírlo dijo basta, en mil pedazos mi pecho, yo ya en mi lecho. Un puzzle sin solución, me quitaste la vida con la afirmación. Una herida que sabes que no va a cicatrizar, la tristeza irrumpirá para no irse jamás. Jamás lo pude imaginar, siempre te imaginé de cristal, y ahora mírate, mírame, todo es una mierda y lo sabes.

Las paredes de mi cuarto vacías echaban de menos tus recuerdos, ahora todo se tiñe de sentimientos inciertos. Cómo el no soportar verte mal, ahora solamente asfixia verbal.

Me abracé a la fe, pero la disparaste a quemarropa.

Parece que ahora los sentimientos cogen forma de espada y me atraviesan, condenan, pero tus labios embelesan. Nada es como me gustaría tía, pero en mi todo está muerto no queda nada, y la nada es lo nos queda.

A veces me cogías de la mano, del orgasmo me llevaste a los espasmos. Nada es lo que parecía, pero lo que no sabía, es que tu mirada fría vestía mi desidia.

Haciendo del dolor algo mayoritario, me tumbo y pienso en el puto mal fario. Escribiendo con papel y sangre, ¿que esperas? tu has sido mi condena.

De todo esto solo sacar algo en claro, jamás volveré a cogerte de la mano.


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